Seguimos el coronavirus y estamos deseando poder cuidar nuestra viña.
PRIMOS
Fibonacci en las abejas,
sin presencia aparente en humanos
pero en aquellos tiempos
sí que las generaciones
presentaban numerales crecientes,
dos abuelos, dos padres y diez tíos
hacían posible la existencia
de una veintena de primos.
[La
algarabía en el patio
azote de macetas y flores
calcetines desparejados
pantalones sucios y camisetas rotas
algunos llantos y muchas risas,
primos y primas, la primera pandilla.]
Primos primeros y primos
segundos,
los primos hermanos los primeros,
juegos de jauría,
aprendizaje romo de la roma vida,
navidades atestadas
siempre hubo comida para todos,
aunque nunca suficientes bicicletas
ni bastantes libros ni tebeos.
Amanecían las caras de los Abuelos
al inicio de las vacaciones
cuando los que estaban cerca
y los que estaban lejos
asomaban sus coches por la plaza,
atestando la calle del verano.
[Cuando comenzaba el regreso,
con los colores naranja y rosa del
ocaso
reflejado en las nubes
que
anunciaban el próximo otoño,
al
anochecer de sus caras
se unió la lluvia de
sus lágrimas.]
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