jueves, 14 de mayo de 2015

Feria


Ayer estuve en la Feria del  Vino de C. Real (FENAVIM) y lógicamente me dediqué a las bodegas de producción natural. En casi todas reconocí el esfuerzo y la ilusión en lo que hacen, para dar a conocer sus vinos en todo el mundo.  Muy interesante y entretenida la visita, que no olvidare.

La viña es el elemento fundamental de un buen vino, creo que todos estamos de acuerdo.

Cuando veo las presentaciones de los vinos me da la impresión de que lo más importante es la manera de presentarlo, destacamos más lo que decimos que lo que hacemos, sea la etiqueta  o los años que tiene nuestra viña, lo bien estructurado de nuestra presentación con fotos y gráficos llamativos.

Con el ánimo, creo que justo, de vender nuestro vino lo primero que intentamos es diferenciarlo de los demás describiendo que nuestra pizarra o nuestra calcareoarcillosa del terreno de nuestra viña le da unas características especiales, etc. Me parece bien, pero todo ello hace que los que intentan comprar nuestro vino les confundamos con tantas diferencias y que lo más probable y con muy pocas excepciones no sean capaces por ellos mismos de descubrir en el vino tantos matices, y menos diferenciar si es pizarra o arcillosa.

Ahora que parece de moda la garnacha salen viñas de más de 50 años por todas partes de esta variedad. Es comprensible que todos intentemos aprovechar esta ola y subirnos a ella a costa de lo que sea, mi opinión es que si seguimos así otra vez perderemos la oportunidad de hacer las cosas bien y terminaremos confundiendo a  la gente liándoles con tipos de uvas, terrenos, procesos de producción y etiquetas que pretenden añadir características al vino que está en la botella. No estoy de acuerdo en las teorías sobre crianzas, reservas, variedades, terrenos, procesos y demás añadan algo por el mero hecho de ser atractivas a la vista o estar bien descritas. Echo en falta un dato importante en las descripciones, por ejemplo las hectáreas de cada viña, las características del vino de la misma bodega no son iguales todos los años y sin embargo no hay ninguna diferencia cuando lees las etiquetas o las descripciones.

Seré duro, pero el precio de una botella está relacionado más con las descripciones que con el vino que contiene. Deberíamos ser capaces de describir mejor las consecuencias que tiene en el vino los procesos para ayudar a reconocerlos cuando lo bebemos. No es mejor un vino que ponga reserva que uno que ponga crianza, dudo que esto tan sencillo sea entendido.

Soy  un enólogo aficionado, cada vez tengo más dudas de lo que estoy haciendo,  cuanto más aprendo  veo que me falta mucho por aprender. De momento no voy a cambiar y dedicaré la máxima atención al cuidado de la viña “O Biedau”.  Sé que es el fundamento, sé que tiene alma, sé que fue plantada por mis abuelos con demasiados sacrificios y trabajo, y todo esto es lo que seguro le dará carácter al vino “O Biedau” , sin propaganda ni etiquetas a gusto del consumidor, seguiré con mis principios, con los que estoy cómodo y sé defenderlos.

El vino en nuestro país se ha deteriorado demasiado, el consumo es cada día más bajo, la crisis ha  hecho estragos como en casi todas las aéreas. Me preocuparía menos si fuera solo económica y no de falta de valores, no podemos reconocer el trabajo si no tenemos el valor de admitir que nuestro objetivo, salvo excepciones, es escaquearnos de todo aquello que signifique esfuerzo y sacrificio.

Los gurús del vino viven de ello, los distribuidores, certificadores y demás viven  de ello, la parafernalia  de las administraciones públicas que se encargan de licencias y demás viven de ello, es una desgracia tanta gente chupando sin añadir valor a lo que hacen o nos hacen hacer, encima insisten  en que son necesarios, qué cara más dura y todo ello a costa de los que trabajan verdaderamente y  que afortunadamente todavía quedan.

No es una pataleta, sé que son necesarios todos ellos, pero haciéndolo bien, no puede ser dar una certificación si al cabo de un tiempo solo vigilo que abonen la cuota y no exijo que siga cumpliendo los mínimos que certifico.

Me podría extender más sobre este tema pero no merece la pena, seguiré con mi objetivo que, dejando aparte la frustración, me sirve para seguir trabajando con la ilusión intacta, sin olvidar la cabezonería baturra.
 
La mejor viña de garnacha del mundo es “O Biedau”.

 


domingo, 10 de mayo de 2015

Retizos


La viña está  preciosa y parece puede haber buena cosecha.

Hemos eliminado los retizos (por cierto no la encuentro en el diccionario, palabra antigua de mi pueblo) y nietos, mas adelante tendremos que volver a repasar, tiene fuerza y volverán a brotar.

Ver crecer y desarrollarse es una maravilla, los cuidados son agradecidos por la viña y si estos son hechos con ilusión y cariño todavía mas.

Parece sana, aunque tenemos unas cepas con Erinosis; no es de preocupar pero debemos vigilar, ver foto del haz y envés de una hoja.



El trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre contento.

VI Concurso catadores Villa de Ariza

 El pasado día 15 celebramos en las fiestas de Ariza el ya tradicional concurso de catadores. Tratamos de promocionar la Bodega O Biedau y s...