Han sido días de vendimia, de recogida de uvas mimadas durante todo el año; una época frenética que se presta a recuperar historias de viticultores "con alma", testimonios de gente comprometida para que la actividad perdure como parte esencial de la cultura y las costumbres.
Nuestros abuelos y luego nuestro padre se dedicaron siempre a la actividad agraria. De ahí viene nuestra pasión, la vendimia es "un valor sentimental" y una tradición que debe perdurar.
Ver a toda la familia vendimiando con ilusión es una maravilla, han sido unos días para recordar. Ver a los pequeños cortar los racimos uno a uno con mimo es digno de conservar en la memoria.
Estos días la viña O Biedau ha estado animada con tantas personas pequeñas y grandes dando vueltas a cada cepa buscando los racimos de garnacha que estaban pidiendo ser cortados con mimo y paciencia. Hasta Agapito se ha divertido con tantas historias y risas que ha oído, él que siempre esta solo cuidando la viña ha visto como poco a poco han quedado las cepas sin sus racimos y su trabajo para evitar que los pájaros no picaran las uvas iba terminado hasta el próximo año.
La mesa en medio del campo con 24 personas quedara grabada, como quedaron otras muchas que nuestros padres celebraron con el mismo entusiasmo.Es importante que nuestros nietos conozcan sus raíces y orígenes; a través de actividades como esta que promueven las buenas relaciones familiares. Las historias de nuestros abuelos y padres, el trabajo colectivo, apreciar el trabajo creativo de las manos, observar, distinguir, percibir, etc. Sirve para seguir construyendo nuestras raíces…
Muchas gracias a todos, sin vosotros no hubiera sido igual.
En la próxima entrada hablaremos de datos técnicos de la
vendimia 2018.
Frase de Paulo Coelho: Un día despertarás y descubrirás que no tienes
más tiempo para hacer lo que soñabas. El momento es ahora.
Actúa!"
Ahora os dejo una foto del principio y otra del final de la
vendimia.
