Ya se
empieza a ver la cosecha de “O Biedau” 2015 y podemos apreciar el resultado de
los cuidados de este invierno, el ciemo de vaca unido a las lluvias están dando
nueva vida a nuestras garnachas. También
el desnietado y despampanado terminarán
por ayudar a que todo se desarrolle bien y podamos sacar una cosecha mejor.
Cada vez
estamos más convencidos de que el vino se hace en la viña y no en la bodega,
cualquier cuidado da sus frutos. Seguimos luchando contra la grama que crece
alrededor de cada cepa; de momento y de forma natural solo sabemos eliminarla a
base de azada; ya hemos probado varios tipos y a todas les pasa lo mismo: hay
que agachar el riñón y tirar de brazos, seguiremos intentándolo, todo menos
utilizar herbicidas que estamos seguros solo causarían males mayores, entre los
que está el ser rehén de su uso y tener
que usarlos siempre para evitar las consecuencias. Con ellos eliminaríamos la
grama pero no la dependencia de los fabricantes y tenemos alguna experiencia; que
se lo pregunten al Nilo que desde que echamos herbicida en la entrada del Cerro,
nace una nueva hierba que le pincha en sus patas…
Ver y
participar en el desarrollo de la viña es un espectáculo de la naturaleza que
merece ser contemplado y si participas ayudando te da un placer especial y difícil
describir con palabras.
Al cuidar
cada cepa puedes sentir y descubrir muchas maravillas que están al alcance de
muy pocos: ver un nido es uno de los espectáculos más tiernos e impactantes de
la naturaleza; la cardelina sale de su nido, intentado confundirte para que no
sepas en que cepa lo tiene. Procuraremos respetarlo para que pueda criar y
nosotros podamos seguir oyendo sus trinos mientras hacemos los distintos
trabajos en “O Biedau”
“…donde
no llegan del mundo los rumores, como esconden los pájaros su nido…”(Victor
Hugo).