Ya me han plantado en el medio de la viña, llevo todo un año
preparándome para hacer mi trabajo, ya tenía ganas de que me diera el sol y de
espantar algún pájaro que no me conozca.
Me siento el dueño de las garnachas y espero no defraudar a
quienes han confiado en mí, desde lejos parezco uno de verdad y desde cerca parezco
un tuta, con michelines y sin cara.
Aunque creo que mi trabajo ya no es tan eficaz como antes,
los pájaros han evolucionado y saben que
no me puedo mover, no sé como lo han aprendido pero lo saben, tendrán alguna
app!
Parece que este año los pájaros han comenzado antes a
comerse las uvas, por eso hemos confiado a Agapito la labor de asustarles un
poco, además hemos puesto las cintas que hacen ruido con el viento, puede que
entre los dos ahuyenten un poco.
Los calores aprietan y solo podemos esperar que siga el
proceso, habrá que quitar algunos racimos y poco más.
Las garnachas están maravillosas y con muchas ganas de que
las contemple alguien más que Agapito y los otros dos tutas que las cuidan...