También
es un esfuerzo no falto de dificultad escribir o describir en el blog el proceso
de nuestro vino, son tantas las cosas o sensaciones que podríamos contar que
resulta algo complicado, en cualquier caso ahí va:
El
día precioso, las pocas bodegas vecinas también han pinchado el lagar y están sacando
su vino. Probamos nuestros vinos, comentamos que es muy difícil mantener nuestras
viñas por el puro placer y creo que invade el desanimo. Cada año hay alguien
que deja de explotar su pequeña viña y vemos difícil que se pueda hacer algo
para evitarlo.
Estamos
muy cerca del final del proceso. La fermentación alcohólica ha terminado y hemos
desfangado. Es muy emocionante ver salir nuestro vino ya fermentado por la
canilla del lagar.
Esta
operación trae la imagen de nuestro padre preocupado, si al abrir el grifo el
vino no comienza a salir, ya que suele estar tapado por los residuos de la uva
y suele costar que comience, siempre da “un
taponazo” sale con toda su fuerza, este año como siempre
también ha dado el taponazo al pinchar el lagar.
Ahí
está el vino de 2014 seco y potente, ya podemos llenar el pocillo y llevamos
por decantación a las barricas, todo un espectáculo de color.
Ahora es el momento de repasar todos los
cuidados que hemos dado a la viña y poder apreciar lo sucedido desde la poda; la floración, los arados, la poda en verde, el
sol, la lluvia, las temperaturas, el deshojado, los pájaros, la vendimia, el
despalillado, los bazuqueos y remontados, etc.
Perseverancia, esfuerzo y constancia para
conseguir Nuestra Ilusión Natural. Los que hemos corrido alguna maratón,
sabemos que lo más difícil es empezar y
tener el firme propósito de terminar los 42,195 kilómetros, una vez que
alcanzas la meta puedes repasar los largos y duros entrenamientos del todo el
año, te emociona, despiertan todos los sentidos y lloras.
Hacer
vino o llegar a la meta es fácil, lo difícil es mantener la constancia en los
entrenamientos y cuidados de la viña.
Conseguir que las cosas y en este caso el
vino manifieste los cuidados que hemos sido capaces de dar es una satisfacción que visto el resultado
emociona.
Intentar impregnar nuestro vino con el máximo
de valores es una tarea larga y no exenta de incomprensiones; con nuestra constancia algún día
lo conseguiremos.
Los valores son inagotables y no hay ni ha
habido persona alguna que agote la nobleza, la sinceridad, la bondad o el amor
y sin embargo no somos capaces de reconocerlos y menos de practicarlos.
Es frustrante oír que algo que te cuesta mucho esfuerzo no merece la pena o no es rentable.
No tengo muy
claro cuál es la razón pero en el mundo actual la desorientación es debida a la separación entre el mundo
técnico, científico y político de la lógica del interior del hombre, de sus
valores, de su imaginación.
Bueno que me
aparto de lo simple y me voy por las ramas…ha sido un fin de semana de mucho
trabajo, pero ya tenemos nuestro vino comenzando la fermentación malolactica.
Una sorpresa
ha sido nuestra garnacha blanca que nos ha dado un blanco en el que se puede
apreciar como el sol ha dorado los racimos,
¡genial! Su sabor afrutado permite beberse
la garnacha no falta de graduación, es una maravilla verlo salir por el caño
del depósito hasta la barrica de 60 litros donde en poco tiempo lo pasaremos a
botellas.
¡Podéis ver los colores!
Blanco y tinto salen después de fermentación alcoholica:
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