Hacía muchos años que no teníamos cosecha en la viña O
Biedau, como hemos dicho antes hacia más de 20 años.
Como sabéis este año es el
primero que falta nuestro padre, él en 1944 plantó nuestra viña y el la cuidó
los últimos 30 años, hubo algún año heladas pero creo no tan grandes como la de
este año ¿una casualidad?
No creo en las casualidades y las inclemencias del
tiempo no las podemos controlar, no es
casual que por unas razones u otras este año no hemos mimado nuestra viña como
hemos venido haciéndolo todos los años anteriores.
Ayer estaba observando la viña y noté que faltaba algo
para estas fechas, Agapito no estaba donde todos los años, fuí al cobertizo y
el mismo me preguntó que pasaba este año que no le dábamos trabajo, le arregle
un poco le puse corbata y lo plante en medio de la viña, no va a tener mucho
trabajo ya que casi no hay racimos, creo que se aburrirá bastante.
Aunque solo vendimiemos 100 kg. celebraremos la
vendimia como todos los años, casi no hay garnachas, las cepas están muy
tupidas, afortunadamente ha llovido en dos momentos difíciles para las cepas, después
de la helada y ahora a final de agosto, por lo que se ha recuperado. Las cepas están
con mucha madera y muy fuertes, el año próximo tendremos buena cosecha.
La poda 2017 será difícil y muy laboriosa, tendremos
que analizar cada cepa y decidir que sarmiento dejamos con mucho cuidado y
mimo.
Buscando entre tantos sarmientos, encontré dos racimos
de garnacha que demuestran el poder de nuestra viña, espero que no sean los únicos.
Os dejo unas fotos de garnachas maravillosas! Y de Agapito.
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