Ahora me hago respetar un poco más; con los primeros rayos
del sol, hago creer que soy un águila, un halcón, un búho real y alguna otra ave
rapaz y al anochecer dejo el trabajo cansado de asustar a los mirlos, tordos y demás
pájaros que les encanta comerse nuestras garnachas. Durante los tres primeros días he
observado que nada más empezar con mis graznidos se van todos y no vuelven a
entrar.
Las garnachas están madurando deprisa, con este sol de
septiembre y ya se nota la falta de humedad, algunas hojas se secan, si sigue así
el tiempo la maduración será buena y además la cosecha es el doble que el pasado año;
tendremos un buen vino tinto en nuestra Bodega "O Biedau".
De las 250 cepas nuevas plantadas, hemos perdido solo 21! El próximo año
será el tercero y ya nos darán algún fruto, era necesario reponer tanta cepa perdida
a lo largo de los años, nos ha costado pero al final lo hemos conseguido.
El lagar ya está esperando y preparado para la llegada de las
garnachas, limpio y muy adecuado para realizar el proceso final de la
vinificación, todos los cuidados que hemos dado a la viña se tienen que ver
reflejados una vez realizados los trabajos de bodega para ello debemos cuidar
todos los pasos muy bien para mantener todas las características de la maravillosa garnacha de 70
años, los mismos que acaba de cumplir alguien que anda por ahí, muchas felicidades!
¿Es posible visitar esta bodega?
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